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Cuando el canadiense Kyle Jones llegó al Equipo Olímpico para los Juegos de Londres 2012, sus sueños se hicieron realidad. El joven oriundo de Ontario complete el proceso de selección, fue parte del Equipo de Canadá, pudo representar a su país en el mayor evento de competencias deportivas del mundo, Jones alcanzó todas estas metas.

Sin embargo, el puesto número 25 en la carrera masculina dejó un sabor semi amargo en el atleta canadiense.

“Participar en los Juegos Olímpicos 2012 fue maravilloso. Fue la realización de un sueño de toda la vida,” dijo Jones. “No quedé muy satisfecho con mi actuación en Londres, y en los cuatro años que pasaron estuve trabajando para llegar a Río. Me sentiría muy orgulloso si tuviera la posibilidad de representar a mi país en el escenario olímpico por segunda vez.”

Jones ingresó al circuito de competencias ITU en 2002, año en que corrió en la categoría juvenil. Se sumó al Equipo Nacional de Canadá en 2006 ay se mudó a la Columbia Británica para entrenar en el Centro de Entrenamiento Nacional. En 2005 compitió en su primera Copa Mundo ITU en Honolulu y comenzó a perfilarse como atleta elite. Tres años más tarde, perdió la chance de llegar a los Olímpicos cuando fue elegido suplente del Equipo Olímpico de Canadá para los Juegos Olímpicos de Beijing 2088 que vieron a su compatriota y compañero Simon Whitfield ganar la medalla de plata.

En 2012, Jones se adjudicó su primer triunfo de Copa Mundo en Edmonton, doblemente satisfactorio porque fue en su tierra natal. Su victoria inicial llegó en un momento muy oportuno porque le aseguró una plaza para los Juegos Olímpicos.

Cuatro años después, Jones está trabajando para repetir su sueño, ahora con mayor experiencia y conocimiento de su lado.

El año pasado Jones no pudo clasificar para su segunda participación olímpica por una lesión, a pesar de la cual culminó el año de buena manera: segundo en la Copa Mundo en Cozumel y tercero en la de Alanya. Y este año el comienzo también fue favorable; estuvo entre los diez primeros en el evento de la SMT en Abu Dabi.

“Este año estoy muy motivado, quiero volver a los Olímpicos y tener un rendimiento que me enorgullezca. Perdí mucho del año pasado así que fue importante correr bien en el final de la temporada para prepararme para ésta.

Junto con otros atletas elites destacados en la ITU, como el español Mario Mola y el sudafricano Richard Murray, Jones ha estado entrenando con un escuadrón bajo Joel Filiol, decisión que ha sido sumamente positiva.

“Este invierno entrené estupendamente con Joel y el escuadrón para poder continuar rindiendo bien. Abu Dabi fue un gran comienzo y estoy muy interesado en construir sobre esa actuación.”

“Joel y yo tenemos una larga historia juntos, en 2006 él era el entrenador del Equipo nacional de Canadá, así que me conoce muy bien. Hemos trabajado en diferentes entornos a lo largo de estos años y en la actualidad el clima que se genera es muy positivo. Todos nos llevamos muy bien, es un beneficio innegable poder compartir el día a día con atletas tan prestigiosos.”

En Abu Dabi Jones llegó entre los diez mejores, excelente modo de iniciar la temporada, pero si quiere llegar a Río, tendrá que estar entre los ocho mejores en una carrera de la SMT. Por lo tanto, si bien no lo logró en la apertura, el canadiense tendrá otra chance en Gold Coast.

“La experiencia del proceso ayuda mucho, en especial la fase clasificatoria. Tener una mentalidad justa en el año olímpico puede hacer la diferencia, porque físicamente puedes fortalecerte con el tiempo pero ahora creo que soy capaz de tomar decisiones mejores, de las que importan en un año como este.”

Los próximos meses serán cruciales para Jones y sus aspiraciones de llegar a Río, pero su ciclo olímpico tiene otras metas además de un pasaje a Brasil.

“Quiero formar el Equipo Olímpico por segunda vez, llegar en un buen puesto en Río, pero también quiero un rendimiento más parejo en el circuito de la SMT, estar entre los diez primeros en el ranquin general de la Serie.”

Para Jones sería inspirador llegar a los Olímpicos una segunda vez, y si lo logra, tendrá otro fanático para alentarlo: su esposa Kelly dio a luz a Zack, el primer hijo de la pareja, en 2014, y como padre primerizo, su sueño ahora tiene otro destinatario.

“Ser padre es maravilloso, Zack trajo tanta alegría a nuestras vidas. Mi esposa trabaja, nuestros padres nos ayudan mucho. A veces se me hace difícil viajar, pero pienso en mi familia y me lleno de motivación.”